ESTUDIOS BÍBLICOS TEOLÓGICOS
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![]() ![]() DOCTRINA CRISTIANA Lic. en Teología: Seminario Teológico Bautista Mexicano M.R.S.: Nations University Balbier Martínez Méndez balmartz@gmail.com OBSERVACIONES GENERALES DEL ORIGEN DEL HOMBRE. Las Escrituras exponen una cantidad de principios relacionados con la naturaleza del hombre; aun cuando estas referencias son relativamente escasas, no obstante, se debe dar prioridad a las declaraciones bíblicas por encima de una especulación religiosa. Para el Señor Jesucristo y para los escritores del N.T., Adán fue una persona histórica. - El Señor Jesús aceptó la creación literal de Adán y Eva (Mt. 19:4, 5; Mr. 10:6, 7). - El Señor Jesús aceptó la realidad literal de Abel como persona (Mt. 23:35). - Juan y Judas aceptaron la realidad literal de Caín como persona (1 Jn. 3:12, Jd. 11, 14). - Pablo aceptó la historia literal de Adán y Eva (Ro. 5:12, 14, 19). Mediante ningún método de interpretación literaria se puede lograr que las referencias bíblicas a adán digan otra cosa que no se que él fue considerado una persona real y física. Tres principios bíblicos. El origen primario del universo material mediante la acción libre y expresa de Dios. Los orígenes de las principales manifestaciones de la vida mediante una acción similar y progresiva. El origen común de toda la raza humana; las Escrituras enseñan la descendencia de la raza de una sola pareja humana, cuya existencia resultó de un acto creativo especial. Conclusiones. - La creación es considerada como un hecho histórico en muchos lugares de la Biblia (Ex. 20:11; Lc. 3:38; Stg. 3:9). Debe confiarse en la unidad y en la infalibilidad del relato bíblico en cuanto a la creación especial del hombre. - El hombre ha de ser considerado como la cúspide del sistema de cosas vivientes; es la cabeza de la creación. - La raza humana es una y tiene su origen común (Hch.17:26). La Biblia no enseña las teorías de una serie de cunas para la raza humana. - La opinión que se tenga acerca del origen del hombre afectará la actitud en cuanto al pecado y la responsabilidad delante de Dios. La naturaleza esencial del hombre. - Si el hombre es producto de la evolución, entonces la extensión de los efectos del pecado y la necesidad de un Salvador dejan de tener vigencia, quedan eliminados. - Pero si el hombre fue creado por Dios, entonces el concepto lleva aparejado a sí mismo la idea de responsabilidad del hombre. Siendo creado por Dios, el hombre es responsable ante este Dios personal existente fuera del hombre (Ro. 5:12, 19). (Confianza más sumisión) Autoconciencia = Personalidad. Racionalidad Un ser Autodeterminación = Santidad. Moralidad Responsable Voluntad y responsabilidad El hombre es capaz de conocer, amar y obedecer a Dios. Racionalidad: Confianza del hombre en Dios y su sumisión a su señorío (Col.3:10; Ef. 4:23). Moralidad: Libre albedrío del hombre y su responsabilidad delante de Dios (Ef. 4:24). Cuerpo: Manifestación de la parte material del hombre hacia el mundo; debido a que el hombre es cuerpo es capaz de ser consciente del mundo que lo rodea y de tener contacto con él a través de los cinco sentidos. Alma: La manifestación de la parte inmaterial del hombre hacia sí mismo y hacia su prójimo. Debido a que el hombre es alma es capaz de se consciente de sí mismo y de los demás seres humanos, y de comunicarse con ellos a través de la voluntad, la mente y el sentimiento. A través de la voluntad expresa sus emociones, sus pensamientos, y sus decisiones. Espíritu: La manifestación de la parte inmaterial del hombre hacia Dios. Debido a que en el hombre hay espíritu, es capaz de ser consciente de la existencia de Dios y de tener compañerismo con Él (a través de la función del espíritu, es decir, la cualidad de vida eterna, vida en conocimiento, comunión y compañerismo con Dios mismo). Instinto: Un impulso ciego, sin razón, que obra con uniformidad constante y sin adelanto alguno para obligar a los animales a hacer ciertas cosas sin saber porqué y sin mejorar la manera de hacerlas. Una rosa vegetal: Cuerpo > corporalidad, el cuerpo natural. La vida animal: Cuerpo + alma > personalidad-el alma animal. La vida humana: Espíritu, alma, y cuerpo > espiritualidad, espíritu racional y moral. Determinismo físico: Los seres humanos son el producto de sus genes y la guía de su cuerpo. Determinismo psicológico: Los seres humanos son el producto de su ambiente y de su historia pasada. La moralidad de Adán no resultó de lo que él escogió; no era responsable de decidir la base del bien y del mal. Conclusiones. - No hay ninguna inferencia bíblica que sostenga el punto de vista evolucionista del desarrollo lento del hombre de un determinado reino animal inferior; al momento que el polvo dejó de ser polvo, el hombre existió como carne y hueso constituyéndose en cuerpo humano. - El hombre fue creado originalmente en un estado de madurez y perfección, con un estado claro de la existencia de Dios y de las cosas espirituales. - Adán y Eva poseían una naturaleza humana de racionalidad y moralidad. - El espíritu Santo está continuamente presente operando en la vida del creyente. - Dios no es el autor del pecado, y no tiene necesidad del pecado para realizar su gloria; y no lo permitió con el solo fin de demostrar su grandeza moral. - La responsabilidad subsiguiente de la raza humana en relación al pecado, no se haya, en modo alguno, disminuida ni excusada sobre la base que el hombre actual no es responsable de la primera caída. - No debe considerarse a dios como parte en los repetidos actos pecaminosos del hombre, ni ha de considerárselo responsable por la perpetuación del vicio. - Aunque el hombre, libremente elige abusar de alguno de sus maravillosos talentos y prostituir sus maravillosas habilidades para fines viles , no es justo culpar a Dios de esto. Pasos de la mujer para pecar. - La duda en cuanto la bondad de Dios (2 Ti. 2: 14). - La desconfianza en la verdad de Dios. - La desobediencia en cuanto a la voluntad de Dios. - Trató de cubrirse. - Trató de esconderse. - Trató de justificarse (quiso echarle la culpa a Dios. La imputación del pecado. Las Escrituras declaran que el estado de pecado es compartido por todo individuo que haya nacido naturalmente (imputación del pecado). Las Escrituras declaran que la totalidad de la naturaleza del individuo se haya involucrado en el pecado (depravación total). Junto con las características humanas de transmite a cada nuevo individuo una tendencia pecaminosa que implica el estar expuesto a sufrir las consecuencias del pecado y el principio del mal (la ley del pecado). Las Escrituras declaran que la consecuente del hombre no se haya en conflicto con su propia responsabilidad. El hombre es responsable por su comportamiento, no por su condición, es decir, por lo que hace en su condición. El pecado original es la raíz del pecado actual, que es manifestado en actos imputados del individuo Ro. 5:12, 19a). Dios no condena hoy a ningún hombre por la culpa del hecho individual de Adán. Pero el hombre sí se haya involucrado en las consecuencias colectivas actuales del primer acto de pecado. El imputar el pecado de uno a otro implica imputar las penas del efecto y la responsabilidad a causa del pecado. Lo criminal del pecado no se imputa. La imputación del pecado de Adán a los hombres implica que el pecado de Adán es la causa y la base de la depravación del individuo, la culpabilidad y la condenación de todos sus descendientes, simplemente porque Adán y sus descendientes son una raza y por virtud de su unidad orgánica en pecado de Adán es el pecado de la raza. La razón, como tal, cayó en el pecado de Adán y desde entonces todos los descendientes de Adán se encuentran en la misma situación en que él estaba después de pecar. El modo genitivo (Gn. 5:3). Asi como los hombres reciben de Adán (en Adán) el pecado y su consecuencia, del mismo modo se recibe del Señor Jesucristo (en Cristo) el perdón y la justicia (Ro. 5:18, 19; 1 Co.5;22). 19-I-93 PREDESTINACIÓN. Dios eligió la redención del hombre. Dios eligió el sacrificio expiatorio del Señor Jesucristo como medio para la salvación. El N.T. utiliza el término elegidos o escogidos para describir a quienes han sido iluminados y se hayan claramente separados de quienes los rodean por su lealtad al Señor Jesucristo y su distinta manera de vivir. La iniciativa de nuestra salvación es de Dios (Ef. 1:5). La predestinación es la meta principal de Dios en nuestra salvación; es elevarse en el Señor Jesucristo a una posición mucho más alta que la que había logrado en Adán cuando cayó, ser elevado a la imagen de su Hijo. Elección describe el propósito eterno de Dios; predestinación describe la meta divina de la elección. Dios ha determinado que quienes reciban al Señor Jesucristo sean hechos semejantes a él (Ef. 1:4). Consecuencias de la predestinación (Ro. 8:28-30). 1. A la luz de la predestinación de Dios de los elegidos se puede tener un sentido de seguridad en la relación con Dios y con los hermanos de la iglesia. 2. Se puede experimentar una liberación de celos y rivalidades con otros. 3. Se puede experimentar un alivio de temores innecesarios. 4. Se puede reconocer un patrón de propósito en la vida personal y en la vida de la iglesia. 5. Se puede practicar la paciencia en las pruebas. CRISTOLOGÍA. Su preexistencia, su deidad, su filiación. El Señor Jesús existía con Dios desde siempre; nuestro Señor era el Hijo de Dios desde antes del comienzo del tiempo. Si nuestro Señor no hubiera existido antes de su encarnación en Belén la pretensión de que él vino para ser la revelación viviente de Dios se invalida inmediatamente y se anula su propia pretensión de haber venido del Padre (Jn. 14:1-9). Ningún cristiano debe tolerar ni por un momento que al Señor Jesús se le describa en términos que no le atribuyen completa igualdad y coeternidad con el Padre.
1. El Señor Jesús en su persona fue al mismo tiempo, y en un sentido absoluto verdadero Dios y verdadero Hombre. 2. Al hacerse Él carne dejó a un lado sus prerrogativas divinas, en ningún sentido dejó a un lado su deidad. En su encarnación Él retuvo cada atributo esencial de su deidad. 3. Su humanidad nunca tuvo límite de ningún modo, su ser divino no le impulsó a echar mano de sus recursos divinos para suplir sus necesidades humanas. La encarnación no significa que Dios se convirtió en hombre o que Dios dejó de ser Dios y comenzó a ser hombre. La encarnación en las religiones de oriente: Un hombre es elevado a la deidad. La encarnación en la palabra de Dios: Dios se humilla a tomar la forma humana. 26-I-93 Propósitos de la encarnación (Jn. 3:17; Gá. 4:4, 5; 1 Ti. 1:15; He. 2:9-18). Razones: v. 9 gustarse la muerte; v. 10 llevar muchos hijos a la gloria; v. 11 santificar a los creyentes como hermanos; v. 14 destruir el poder del diablo; v. 15 librar al creyente del temor de la muerte; v. 17 llegar a ser el sumo sacerdote de los creyentes para la propiciación de los pecados. Resultados. Revelar a Dios ante los hombres (Mt. 11:27; Jn. 1:14, 18; 5:19, 20; 10:38; 14:19; Ro. 5:8; 1 Jn. 3:16). Ofrecer un ejemplo de vida (1 Pd. 2:21). Proveer un sacrificio por el pecado (He. 10:1-10). Destruir las obras del diablo (1 Jn. 3:8; Jn. 16:11; Col 2:13-15). Cumplir la promesa del pacto davídico (2 S. 7:16ss; Lc. 1:31, 33; Hch. 2:29, 30; Ro. 15:8). Servir de sumo sacerdote del creyente (He. 5:1, 2; 9:11, 12, 24; 2:16, 17; 8:1). Llegar a ser cabeza de la iglesia, su cuerpo (Ef. 1:22, 23; Col. 1:17, 18). El hombre caído no es digno de ser salvo, pero era digno de Dios el salvar al hombre pecador que se arrepiente de sus pecados. Dios no podía condenar, pero su misericordia no le permitía condenar sin más al pecador; la salvación sublimemente divina fue hacer una misteriosa sustitución: Dios mismo se hizo responsable del pecado para que el hombre recobrara la justicia (2 Co. 5:21). Conclusiones. La encarnación no fue una forma de transmutación. El Espíritu Santo obró en la encarnación. Conclusiones sobre su muerte y resurrección. La identificación con la humanidad no sólo lo llevó a la muerte, sino que también su alma experimentó todo lo que le sucede a un espíritu humano durante la disolución del cuerpo. Es imposible pasar por una experiencia sobre la cual el Señor no pueda compadecerse del hombre. Aun en la muerte el Señor Jesús ha precedido al hombre y ha transformado los derechos que la muerte tenía sobre el hombre. El cristiano no debe temer el estado intermedio entre la muerte y la resurrección porque en el descenso y subsiguiente resurrección el Señor vindicó su soberanía sobre la muerte. No llegar a conclusiones bastantes inciertas con respecto al destino humano y al estado intermedio posterior a la muerte en base a las pocas referencias bíblicas acerca de las experiencias del Señor. El periodo entre la muerte y la resurrección del Señor es un tema que debe tratarse con mucho cuidado. No hay un texto bíblico singular que trate sobre el descenso al infierno; ningún texto presenta en forma clara este tema. 02-II-93 LA SOTERIOLOGÍA. 1. La gracia de congruo. Los poderes naturales del hombre lo capacitan para acercarse a Dios y el hombre se haya libre para volverse a Dios cuando quiera y frente a este esfuerzo por agradarle, Dios en conformidad con su naturaleza ayuda al pecador a volverse a Él. 2. La gracia preveniente. La obra especial del Espíritu Santo mediante la cual, antes que haya cualquier inclinación del hombre hacia Dios, el Espíritu de Dios crea nuevamente en el hombre el deseo de reconciliarse con Dios y hacer su voluntad; el hombre debe cooperar en cada fase subsiguiente de esta preparación. 3. La gracia común. El Espíritu de Dios ejercita a su voluntad y de acuerdo con los propósitos inescrutables de Dios sobre los corazones de todos los hombres. 4. El llamado externo. El ofrecimiento más pleno y más amplio del evangelio que se extiende a toda la humanidad cuando se predica la palabra de Dios sobre el corazón de los hombres. 5. El llamado eficaz. La influencia divina que acompaña la predicación de la palabra de Dios y que logra que algunos escuchen y obedezcan el evangelio. 6. El arrepentimiento. La convicción de culpa causada por la aplicación por parte del Espíritu Santo de las normas divinas, que resulta en un cambio de actitud hacia Dios y un posterior cambio de conducta. 7. La fe. El acto de apropiarse de la misericordia salvadora de Dios revelada en su Hijo y por la cual se hace real la provisión de Dios en la experiencia del individuo. 8. El perdón. Un acto de gracia por parte de Dios que quita la barrera del pecado, restaura al pecador al compañerismo con Dios y lo liberta de la culpabilidad de su pecado. 9. La conversión. El lado subjetivo del nuevo nacimiento que se haya relacionado con el arrepentimiento y la fe, es decir, con lo que el hombre debe hacer. 10. El nuevo nacimiento. El acto de Dios mediante el cual una alma, previamente muerta para Dios, experimenta una resurrección espiritual a una nueva esfera de vida en al cual se haya viva para Dios y unida a Dios en a través del Señor Jesucristo. 11. La regeneración. El lado objetivo de l nuevo nacimiento que se haya relacionado con lo que Dios hace por el pecador. 12. La justificación. Un acto de gracia de Dios por el cual el pecador, hasta ese momento condenado a causa del pecad, con la condición de su fe en el Señor Jesucristo es perdonado y recibido en el favor divino. 13. El modalismo. La enseñanza que Dios el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo son todos modos o aspectos del único Dios. 14. La reconciliación. La restauración del hombre hacia Dios mediante la muerte sacrificial del Señor Jesucristo. 15. La santificación. El proceso de ser puesto aparte para Dios y dedicado a su servicio. La expiación (Ro. 5.11; 2 Co. 5:18, 19). Áreas donde se debe tener mucho cuidado. 1. Enfoques superficiales de teorías falsas. 2. Ilustraciones inadecuadas. 3. Declaraciones exageradas. 4. Comprensión limitada. 5. Vocabulario inexacto. En estas áreas hay confusión con respecto a: La naturaleza de la justicia divina. La ética del acto de la redención. Por teorizar antes de examinar cuidadosamente las palabras mismas de las Escrituras. Los términos del N.T. (en cuanto a esta doctrina de la expiación) han de ser interpretados coherentemente con los del A.T. Regla de interpretación. La mejor explicación del significado que el escritor bíblico da a los términos se halla en la atmósfera literaria y religiosa en la cual se desarrolló. Por eso el A.T. es tan importante para la interpretación del N.T., especialmente las expresiones de las }escrituras y sus propias ilustraciones. La concepción evangélica de la expiación. La misión suprema del Hijo de Dios fue la redención del hombre mediante una vida de obediencia que culminó en una ofrenda de sí mismo ofrecida una vez para siempre, y que constituyó un pleno, perfecto y suficiente sacrificio, entrega y satisfacción para los pecadores. La muerte del Señor Jesús ofreció a Dios una completa satisfacción y expiación por los pecados de los arrepentidos y pudo por sí sola abrir el camino para la reconciliación que ha transformado la vida de millones de personas. LA TEOLOGÍA DE LA EXPIACIÓN. 1. La muerte del Señor Jesús como ofrenda. La remisión del pecado tiene su base en el derramamiento de la sangre del Señor Jesús mediante la cual actúa en favor del cristiano en la gestión de la redención. 2. La muerte del Señor Jesús como reconciliación. La muerte del Señor quita la enemistad existente en el corazón del hombre hacia Dios y cambia esta actitud del hombre a una actitud de amistad para con Dios. 3. La muerte del Señor como sacrificio. El Señor Jesús murió por los elegidos y no es necesario que ellos mueran por ellos mismos. 4. La muerte del Señor como propiciación. La muerte del Señor Jesús se ofrece como la base sobre la cual el único Dios justo puede perdonar a una raza pecadora y culpable, sin comprometer en forma alguna su propia justicia. 5. La muerte del Señor como rescate. La muerte del Señor Jesús fue el precio pagado para obtener la completa libertad del hombre de la servidumbre del pecado. 6. La muerte del Señor como pago. Debido al pecado del hombre, aun el diablo, como acusador, tiene derecho sobre los hombres, pero éstos son plenamente liberados en virtud del sacrificio del Señor Jesús en la cruz del Calvario. 7. La muerte del Señor como expiación. La misión suprema del Hijo de Dios fue la salvación del hombre mediante una vida de obediencia perfecta que culminó en una entrega de sí mismo hecha una vez para siempre y que constituyó un pleno, perfecto y suficiente sacrificio por los pecados de los hombres arrepentidos. 8. La muerte del Señor como satisfacción. La obra del Señor Jesús tiene en sí el valor intrínseco e infinito por la aceptación de Dios en la propia persona del Señor del resultado de las injusticias del pecador que quita plena y eternamente todos los derechos de Dios contra el hombre justificado. 9. La muerte del Señor como ejemplo. Puede considerarse su muerte como el patrón supremo de la obediencia a la voluntad de Dios. 10. La muerte del Señor como representativa. El Señor Jesús es la cabeza federal de la nueva raza de hombres que, comprendiendo su fracaso bajo el viejo pacto, hallan vida y poder en el nuevo pacto dado en su sangre. 11. La muerte del Señor como sustitución. Dios aceptó en la persona de su Hijo en la cruz el resultado de las injusticias del hombre y, habiendo sido satisfechos los reclamos del pecado cometido por el pecador en desafío a Dios, Dios no traerá a juicio por la atrocidad de sus ofensas al hombre justificado. Reconciliación. La restauración del hombre hacia Dios mediante la muerte sacrificial del Señor Jesucristo. Dos conceptos en el A.T. Los sacrificios animales sí eran acompañados de fe verdadera en el amor perdonador de Dios por el pecador penitente, quien los ofrecía (Dios no se complacía realmente en los sacrificios si eran una mera observancia externa de un ritual acostumbrado). Cubrían el pecado, el pecado era encubierto de la vista de Dios, de tal manera que ya no provocaba la reacción de su vida. 04-II-93 Dos conceptos en el N.T. La reacción del pecado tiene su base en el derramamiento de la sangre del Cristo (He. 9; 11; 12; 10:19; 1 Pd. 1:18, 19). Hay un proceso de sustitución mediante el cual el Señor actúa a favor de sus elegidos en la gestación de su redención. La muerte del Señor fue la consumación y el cumplimiento de la enseñanza del A.T. sobre los sacrificios (Ro. 3:23; 5:8-10). El doble problema del hombre. Pecados. Lo que se hace, y necesita perdón porque son transgresiones ante Dios. Pecador. Lo que es el hombre, de esto el hombre necesita liberarse. El doble remedio de Dios. (Ro. 5:6-8). Salvador-la reconciliación. Un hecho ya realizado por lo que el Señor Jesús hizo en la cruz. Al morir por los elegidos quitó la pena del pecado que había sobre ellos. Señor-la liberación. Es un procedimiento que efectúa por lo que el Señor Jesús hizo en los creyentes; el Señor Jesús viviendo en los creyentes los libra del poder del pecado. 10-II-93 LA EXPIACIÓN. ¿Por quiénes murió el Señor Jesús? ¿Por los pecados de quiénes murió el Señor Jesús? ¿Por todos y cada uno, o sólo por los pecados de los elegidos, o sea sólo por los de los creyentes? Expiación universal (arminianismo). Pone énfasis en que el Señor Jesucristo murió por todos, debido al punto de vista del libre albedrío del hombre. Dios postdestinó a algunos para la vida eterna. El Señor Jesús murió por todo el mundo y pagó por los pecados aun de los réprobos, aquellos que van al infierno. La expiación es como un regalo para todos, pero solamente algunos tomarán posesión de tal regalo. Dios ofrece el perdón al hombre en base a la muerte del Señor Jesucristo, pero el hombre puede rechazarlo o aceptarlo. El perdón nunca se puede imponer a una persona, se puede rechazar. Dios no envió a su Hijo para que muriera por ciertas personas solamente. Dios ha amado a todos por igual y realmente envió a su Hijo para que muriera por todos por igual. Expiación limitada (calvinismo). Pone énfasis en que el Señor Jesucristo consiguió salvar a los elegidos, debido al punto de vista de la soberanía de Dios. Dios predestinó a algunos para la vida eterna. El Señor Jesús murió sólo por los creyentes, por los elegidos, sólo por los que se salvarán e irán al cielo. El Señor Jesús se propuso que su expiación pagara por los pecados de aquellos que el Padre le había dado. La expiación del Señor es ilimitada en cuanto a su fin, El quiso quitar, y realmente quitó la culpa de los pecados de un numero limitado (definido y particula9 de personas, a saber, aquellos a quienes Dios ha amado con un amor especial desde la eternidad, esto es, a los creyentes o elegidos. Dios no ama a todos con el mismo amor, sino a algunos con su amor particular desde la eternidad y ha decidido desde la eternidad salvar a su pueblo y solamente a su pueblo.
Conclusión. 1. Dios envió a su Hijo al mundo no con el propósito decidido (voluntad antecedente) de salvar a muchos o a pocos, sino con la buena voluntad de proveer, en la entrega de su Hijo a la muerte en la cruz una fuente común de salvación para todos los que lleguen a creer en el Señor Jesús como su Señor y Salvador personal. a. Juan 3:14-17. El término “mundo” expresa la universalidad de la expiación; “para que todo aquel que en él crea”, expresa la condición bajo la cual esa expiación universal se aplica personalmente a los que son salvos. Los calvinistas piensan que “mundo” se refiere a los elegidos; también puede referirse a que el evangelio no es solamente para los judíos. b. Efesios 2:8. La fe es un puro don de Dios en el sentido de que Dios da la fuerza activa necesaria para creer, pero es el hombre mismo el que cree o rehúsa creer (Jn. 3:36). 2. Las Escrituras presentan la expiación como hecha para todos los hombres, y como suficiente para la salvación de todos. El santo amor de Dios a la humanidad le ha hecho proveer para esa misma humanidad los medios necesarios y suficientes para que todos tengan acceso a la salvación provista en el calvario (Jn. 1:9; 3:16; 2 Pd. 3:9; 2 Ti. 2:4). 3. Todas las exhortaciones de la palabra de Dios a creer y a arrepentirse enseñan que el hombre de arrepentirse y creer para alcanzar la salvación (Mr. 1:15; Lc. 3:3; Hch. 2:38, 3:19; 17:30). 4. La palabra de Dios nunca pone la causa de la condenación en un decreto eterno de Dios de excluir a alguien de la salvación, sino sólo en la resistencia voluntaria del hombre a la bondad de Dios y a la verdad del evangelio (Mt. 23:37; Lc. 13:34; Jn. 3:19-21). 5. El hombre es un ser moral y responsable, a la vez es incapaz por sí mismo de volverse a Dios; pero Dios se ha comprometido a dejarle sin excusa al proporcionarle los medios necesarios (gracia suficiente y convicción del Espíritu Santo) para que pueda creer y salvarse. La gracia de Dios es una energía que capacita para la acción humana, pero no la ejecuta sino a través del libre albedrío del hombre, quien no tiene poder para alcanzar la gracia por sí mismo pero sí para resistirla. Declaración doctrinal. Todo el mundo está incluido en la provisión de la muerte del Señor Jesucristo, pero él es Redentor para aquellos que creen. La expiación es universal en el sentido de provisión, pero limitada a su aplicación del hombre. En la muerte del Señor Jesús, Dios puso la salvación al alcance de todos, pero algunos no creerán, y por su incredulidad incurrirán en la condenación. La justificación. La posición del creyente en relación con Dios; es declarado justo, recto. La santificación. La condición del creyente con Dios, la comunión con Dios. El hombre se convierte en recto delante de Dios al adoptarlo Dios como hijo por medio del Señor Jesús, de esta manera el hombre llega a ser santo para Dios. CARACTERÍSTICAS DE LA VERDADERA IGLESIA. 1. Unidad. Esta unidad se haya en su Cabeza; todos los miembros son uno en el Señor Jesús. 2. Santidad. La iglesia es apartada, santa para Dios; es también el templo del Espíritu Santo. 3. Catolicidad. La iglesia es para todas las naciones; su mensaje es para todo individuo. 4. Apostolicidad. Consiste en el hecho de haber sido edificada sobre el fundamento de los apóstoles y profetas. La etimología de la palabra iglesia (ekklesia). En su sentido clásico, un iglesia es una asamblea de ciudadanos libres llamados hacia fuera de sus hogares o de negocios para considerar asuntos de interés público (Hch. 19; 32, 34). En la septuaginta, una iglesia era la congregación de Israel reunida ante el tabernáculo durante los viajes por el desierto (Hch. 7:38; He. 2:10). En el sentido cristiano, una iglesia es una congregación o asamblea local de creyentes en el Señor Jesucristo, bautizados, que se reúnen en un lugar específico para alabar a Dios, y para aprender de las Sagradas Escrituras. El significado de iglesia. No se usa en el N.T. para referirse a un casa de cultos. No se usa para referirse a una organización mundial. No se usa para referirse a una organización nacional. No se usa para referirse a una denominación. El sentido bíblico es. Una corporación particular de creyentes. El conjunto de los redimidos de todos los tiempos en el cielo y en la tierra, todo el cuerpo de creyentes. El origen de la iglesia (Mt. 16:13-20). Pedro como la “roca”. El N.T. no concede a Pedro lugar de preeminencia entre los apóstoles (Gá. 2:11, 12; 1 Pd. 5:1; 2:4-6; Ef. 2:20; Jn. 18:11; Hch 11:1-3; 15:13). El Señor Jesús como la roca, en la Escritura hebraica “roca” se usa en sentido figurado para referirse a Dios (1 Co. 3:11; Sal 18;2, 71:3; 1 Pd. 2:6;cp. Is. 28:16; 2 Pd. 2:7). La confesión de Pedro: Tu eres el Mesías prometido; tú eres el Salvador divino; asi lo entendió Pedro (1 Pd. 2:4, 5; Jn. 1:42). Cinco aspectos de la iglesia. Membresía voluntaria (Hch. 2:41). Igualdad de privilegios (Mt. 20; 25, 27). Sacerdocio de cada creyente (1 Pd. 2.9; 1 Ti. 2:5; Ap. 1.;5, 6). Completa autonomía (Hch. 6:3, 7; 14.27, 28). Cooperación mutua (Hch. 11:29, 30; 1 Co. 16; 2 Co. 8). Disciplina corporativa (1 Co. 5:1; 2 Co. 2:5-11; 2 Tes. 3:6). Aspectos neotestamentarios sobre el bautismo. 1. Significado correcto. Mensaje teológico tiene que ver con el pasado (Ro. 6:3-5). El es un símbolo de la base de la salvación que es la muerte y sepultura del Señor Jesús y su resurrección de la tumba. 2. Un candidato correcto. Son los que dan clara evidencia de haberse convertido (Hch. 2:41; 8:12, 36, 37; 10:47, 48; 16:14, 15, 32, 33; 18:8). 3. Un modo correcto. La inmersión en agua, y no el rociamiento o la aspersión. Cuando se cambia esto, se pierde el significado (Mr. 1:10; Jn. 3:33; Hch. 8:38, 39). 4. Un administrador correcto. Es la persona autorizada por la iglesia. Bautismo extraño: Es un bautismo por inmersión realizado por un ministro o representante de alguna iglesia o denominación no bautista. El mensaje práctico tiene que ver con el presente (Col. 2:12). El bautismo es un símbolo de la esencia de la salvación que es la muerte del creyente a la vieja vida de pecado y su resurrección espiritual con el Señor Jesucristo para andar en novedad de vida. El mensaje profético tiene que ver con el futuro (1 Co. 15:51b). El bautismo es un símbolo de la esperanza de la salvación que es la futura resurrección corporal del creyente para vivir siempre con el Señor Jesús en gloria eterna. 2. Un candidato correcto. Son los que dan clara evidencia de haberse convertido al Señor Jesús (Hch. 2:41; 8:12, 36, 37; 18:8; 10:47, 48; 16:14; 15:32, 33). |
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